La vivencia de una mujer bisexual

Formas en las que se ha negado la experiencia y por qué somos un eslabón importante dentro de la comunidad LGBTQ+

En años pasados me he abstenido de tomar este espacio, pensando que no me pertenece. Sin embargo, este Pride veo que lo que me había limitado de formar una opinión acerca de mi propia identidad era lo que tendrían que decir mis amistades de la comunidad LGBTQ+. Como una mujer bisexual, no había entendido el sentido de comunidad y los rasgos que caracterizan la experiencia bi a diferencia de las demás siglas de la comunidad. A pesar de llevar diez años fuera del closet, estoy identificando por primera vez cuáles son las problemáticas y vivencias que nos unen. 

Según un estudio publicado en 2018¹, las mujeres bisexuales tienen (tenemos) mayores niveles de problemas de salud mental, pensamientos suicidas, y abuso de sustancias comparado con mujeres lesbianas y heterosexuales. Esto se puede deber a la doble discriminación que experimentamos, tanto de la comunidad heterosexual como de la comunidad LGBTQ+. Esta experiencia puede llevar a que tengamos una red de apoyo débil por sentir alienación de parte de la comunidad a la que pertenecemos.

Desafortunadamente el discurso acerca de la invalidez de la bisexualidad no solo afecta en teoría. Las personas bisexuales conformamos más del 50% de la comunidad LGBTQ+ en México según la INEGI² ¿Cómo es que las personas siguen cuestionando si esta es una experiencia válida? 

Discursos acerca de como las mujeres bisexuales tendemos a salir más con hombres que con mujeres llevan a que se invalide la identidad como un todo. Este argumento ignora completamente la heterosexualidad obligatoria que sufrimos. Pero más allá de eso, no todas las personas bisexuales quieren dejar de salir con hombres, porque de hecho, nos atraen. Sin embargo, no somos heterosexuales, y la vivencia de una mujer bisexual en una relación con un hombre será diferente a la de una mujer hetero. 

Las mujeres bisexuales han sido aliadas en el camino de muchxs personas AMAB (Assigned Male At Birth) que más adelante salen del closet o transicionan. También somos aliadas de personas no binarias o personas cuya expresión de género no encaja en el binario. Asumir que la relación aparentemente heterosexual de una mujer bisexual no contiene más componentes de la experiencia queer es en sí homófobo. Muchas veces las parejas masculinas* de mujeres bisexuales tienen su propia vivencia queer. La bisexualidad es un espacio seguro para explorar los matices de la feminidad y masculinidad. En una comunidad en la que siguen predominando estereotipos de género cómo “masc”, “fem”, “activo”, “pasivo”, la bisexualidad acoge aquellas identidades que no entran en ninguna de estas definiciones. 

Asumir que la experiencia de una mujer bisexual es igual a la de una mujer heterosexual es privarle de los matices que vienen con la experiencia queer. Incluso dentro de una relación aparentemente hetero, la vivencia subjetiva de la persona queer que está dentro de esa relación, es una forma de experiencia no heterosexual. Las mujeres bisexuales salimos del clóset, nos relacionamos con personas del mismo sexo, nos relacionamos con otras personas queer y generamos comunidad con personas que comparten nuestra identidad. También nos relacionamos con personas del sexo opuesto, y estas personas no siempre son heterosexuales. 

Otra forma en la que las mujeres bi han contribuido de forma positiva a la comunidad LGBTQ+, es infiltrándose en espacios heteronormativos para constantemente ser la única persona queer en el lugar. Al lograr “pasar” cómo heterosexual, las mujeres bisexuales han creado un espacio fértil para hablar acerca de la experiencia queer en espacios donde normalmente no habitaría una persona de la comunidad. 

Desde mi punto de vista, la experiencia bisexual ha logrado difuminar las lineas entre la experiencia queer y hetero, alegando que no siempre es tan binario. Esto, a la larga, crea espacio para que más infancias queer puedan empezar su exploración desde un lugar seguro, sin una urgencia por identificar cuál es su identidad. 

Alegar que las mujeres bisexuales solamente se identifican así para tener entrada en la comunidad LGBTQ+ en vez de porque genuinamente sienten atracción por personas del mismo sexo, puede parecerse al discurso de negar la experiencia gay y lesbiana a partir de decir que no es natural y debe de haber algo mal con la persona para que se sienta así. 

Nadie está alegando que la experiencia de una mujer bisexual es igual a la de una mujer lesbiana, así como nadie argumenta que la experiencia trans es equivalente a la experiencia gay. Son etiquetas diferentes y cargan con sus propias vivencias. Lo que sí se está alegando es que existimos, y hemos sido un espacio seguro para muchas personas dentro de la comunidad LGBTQ+. Al ser una identidad que siente atracción por ambos sexos* e identidades no binarias, hemos sostenido amorosamente la exploración de personas cuya expresión de género sale de la norma. También, aunque la mujer bisexual esté en una relación con un hombre, cisgénero, heterosexual, su experiencia dentro de esa relación será diferente a la de una mujer heterosexual. 

No todas las bisexualidades son iguales. No todas las personas analizan su bisexualidad. Hay personas bisexuales que se adhieren a los roles de género (así como hay personas l, g, t que también lo hacen), esto no borra la lucha de quienes no lo hacemos. 

Este Pride, trabajemos también en identificar cuáles son las violencias que ejercemos hacia otrxs miembrxs de la comunidad. 

Referencias:

1. Bostwick WB, Hughes TL, Steffen A, Veldhuis CB, Wilsnack SC. Depression and Victimization in a Community Sample of Bisexual and Lesbian Women: An Intersectional Approach. Arch Sex Behav. 2019 Jan;48(1):131-141. doi: 10.1007/s10508-018-1247-y. Epub 2018 Jul 2. PMID: 29968037; PMCID: PMC6314920.

2. Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). (2024). Conociendo a la población LGBTI+ en México. Recuperado dehttps://www.inegi.org.mx/tablerosestadisticos/lgbti/.